Culminada la primera mitad del año, podemos tener la tentación de mirar las dificultades y los retos que se han presentado en el mismo. Aunque todos los años traen retos, este 2020 en particular, ha traído situaciones desde enero que afectan al colectivo además del impacto personal y familiar. El reto de esta tentación no es mirar atrás y validar que ha sido un año difícil para todos. El reto es mirar para crecer sin quedarnos en el ciclo emocional, amarrado a los golpes y reciclando los pensamientos de que el 2020, es un año malo.
Puedo enumerar la cantidad de proyectos que inicié y no pude completar, abrazos y besos que no pude dar, celebraciones que no pude festejar. Puedo enumerar las experiencias a las que mi hijo tuvo que renunciar. Puedo enumerar los sueños y metas, que de golpe, ahora nos tomará más tiempo lograr. Puedo enumerar las dolencias y los problemas de salud que trajeron las demandas abruptas resultado del COVID19. Puedo enumerar los gastos inesperados que ni el incentivo ayuda a cubrir. PERO, prefiero enumerar las lecciones aprendidas, las cosas que dejaron de ser y descubro que ya no son importantes. Prefiero enumerar los actos de servicio, amor y resiliencia que salieron de mí en respuesta a las transiciones enfrentadas. Prefiero enumerar los momentos donde supe decir ahora no puedo, ahora necesito dedicarme a mi salud porque son el resultado de mi amor propio y establecer límites saludables. Prefiero enumerar la cantidad de seres humanos hermosos que he conocido a través de ZOOM en el programa de UMass MBSR (varios países), del grupo de la healer Abby (Irlanda), del grupo de Terapia de Artes Expresivas (PR), de las consejeras que forman parte del estudio Process Not Perfection (PR y USA), de los "mindful sits and retreats" (de casi todos los países del mundo). Todos han enriquecido mi vida y anhelo no perder contacto con ellos. He tenido más ganancia espiritual y emocional que pérdida material o de ingreso. He crecido y he aprendido para mí y para servir a otros. Algunos de los proyectos, metas y sueños, tanto míos como de mi familia, se lograrán en otro tiempo. En el tiempo de DIOS. Unos pocos, hemos trabajado para dejarlos ir sin que creen heridas, si no pensando que ya no son parte del plan de DIOS. Que traerá esta segunda mitad del año, no lo sé y tampoco establezco expectativas. Solo iré día a día. Fluiré, aprenderé, crearé y también dejaré ir. Prefiero contar las bendiciones y saber que no estoy sola en este proceso. Que todo un mundo, también lo vivió. Así que activo mi autocompasión y en conciencia plena, amo donde estoy en este momento y mi luz conecta con tu luz esperando que también ames el momento en que estás. Tenemos seguro este momento. #lifecoaching #vive #tranformate #fluye #tiempodecrecer #coachingdevida #adhdcoach #motivation #bendiciones #mindful #concienciaplena #inspiration #healing #escribirparasanar
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AuthorDr. Isamari Cruz Archives
June 2020
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